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Merary Villegas: hubris y pasión por la nómina. Por: Ricardo Espinosa de los Monteros Zazueta.

Merary Villegas va por su tercera reelección como diputada federal
Imagen: Cortesía
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La joven pasante de enfermería y fundadora del partido Morena en Sinaloa, es una persona sin muchos méritos profesionales o intelectuales, pero eso sí, muy afortunada:

Acaba de recibir su constancia de mayoría para su tercera reelección como diputada federal, todo ello a pesar de que su paso por el Congreso Federal ha sido sin  pena ni gloria. En el 2015 fue por primera vez diputada local, iniciando una carrera política meteórica, que en tan solo 9 años ha conseguido lo que a muchos políticos profesionales les ha costado una vida entera.

En el 2027 a los 40 años habrá completado 12 años como legisladora estéril.

Sin embargo la Hubris, esa arrogancia y prepotencia que se manifiesta en quienes detentan posiciones de poder sin estar preparadas para ello, ha dislocado su esquema emocional y con ello ha perdido el piso y la cordura política:

Tiene rato jugando a las vencidas políticas con el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya. La señorita Villegas piensa que puede seguir haciendo política de salón en CEN de Morena y brincarse las trancas locales.

Olvidando que en política, sobre todo en estas latitudes, existe una cadena política de mando, ha obviado la jerarquía del jefe político de su partido en el estado en la persona del gobernador Rubén Rocha Moya, que si bien es cierto, no es una regla escrita en piedra, si es un uso político nacionalmente aceptado.

Y para corroborarlo en los hechos, están dos personajes que creyendo que ese uso estaba en desuso, se enfrentaron al gobernador. Estrada Ferreira y el Químico Benitez son 2 ejemplos claros de que esa regla está vigente y que incluso ha sido respetada por el mismo Presidente López Obrador.

Ambos personajes se enfrentaron de mala manera a Rocha Moya, que lo único que hizo es dejar que corrieran los trámites legales para que a la sazón fueran defenestrados estos dos individuos que traicionaron los principios legales y políticos de la Cuarta Transformación.

La reciente elección desnudó la verdad aquí dicha: ninguno de ellos, Merary incluida, no valen un cacahuate  políticamente hablando, sin la marca y el respaldo de Morena.

Además la joven pasante de enfermería ha sido nombrada presidenta de su partido en Sinaloa, gozando por el momento de una licencia para la realización de su campaña en su tercera reelección.

Circula en los medios de comunicación una carta en donde la enfermera sin título, solicita el pago de su salario en el ínterin de su licencia, cuando había dejado su encargo como presidenta de su partido. Un exceso que habla muy mal de la señorita Villegas, porque revela su pasión por la nómina y no el amor al pueblo que dice profesar.

Merary, como muchos de los morenistas que hoy detentan un puesto de representación popular, es hora que no entienden que sus posiciones de poder, nada tienen que ver con sus méritos propios por su carisma – nulo en el caso de la diputada- cultura política o arrastre personal.

El voto por la mayoría de ellos, es y ha sido ciego; es decir, el votante duro del partido guinda e incluso el independiente, vota por la marca Morena y el proyecto político que representa la 4T y no por personas.

La gente en las últimas tres elecciones (18, 21 y 24) ha votado parejo por el proyecto del Presidente López Obrador, sin detenerse en analizar o sopesar las cualidades del candidato o candidata.

Si en esas elecciones se hubiera enlistado a Perico de los Palotes (cualquier ciudadano), es altamente probable que Perico hubiera llegado a la Cámara de Diputados o al Senado de la República.

Hoy algunos (as) Pericos de los Palotes se creen con méritos propios y se dedican a la grilla palaciega en la CDMX, como la cuádruple diputada, quien no contenta con el enorme bagaje político y económico del que dispone, se emberrinchó porque su madre la también diputada Victoria Sánchez, fuera candidata de Morena a la Alcaldía de Culiacán o al menos que repitiera como diputada al congreso local, al no conseguir ninguno de sus objetivos y traicionando a su propio partido, se registró como candidata a la alcaldía por el PT, consumándose una traición política al partido que sin merecimiento alguno (eso sí, fundadoras) le había concedido una carrera política, impensable en otra formación política. 

Es altamente peligroso para el futuro de Morena, permitir esta suerte de rentismo político y de patrimonialismo familiar.

El expediente para justificar los dislates de la familia Villegas Sánchez, madre e hija, pasa por la presunción de ser “fundadoras del partido” y repetir los mantras más famosos del obradorismo, cuando en los hechos los traicionan un día sí y el otro también. La debacle del PRD inició con las concentraciones de poder en las “tribus”, en Morena empiezan a formarse “clanes familiares” que exigen derechos a perpetuidad por ser “fundadores del partido”. 

A mi me parece que Morena tendrá dificultades para construir un segundo piso dela 4 T, si sigue privilegiando posiciones políticas para gente con nula creatividad, cultura e innovación política y  para favorecer una izquierda moderna, que consolide en el tiempo una socialdemocracia pujante como la que se profesa en las naciones más desarrolladas del mundo, como son las socialdemocracias escandinavas.

Tatiana Clouthier: defender lo indefendible.

Tatiana salió en defensa de Merary, eso es normal, la joven pasante de enfermería, es parte de su establo político.

Tatiana en redes sociales sostuvo que Merary es defensora de los valores de Morena y que era falso lo que el gobernador había dicho sobre su pupila.

Rocha Moya sostuvo que Merary le pidió que interviniera ante Morena, para que su mamá (Victoria Sánchez) repitiera como diputada local, y el de Bateauitas la bateó, diciéndole que él no era funcionario de partido y que en todo caso, ahí hay un consejo político que decide esos temas.

Y lo demás es historia: Victoria se registró como candidata del PT a la Alcaldía de Culiacán para jugarle las contras a Morena. La traición está acreditada con el puro registro de la madre como adversaria del partido de Tatiana.

Tatiana, ¡no defiendas lo indefendible! No tires por la borda tu prestigio apoyando actitudes patrimonialistas y de alta traición a tu partido. Juzga a tu pupila con objetividad, ve sus resultados como legisladora: ella tiene 9 años nadando de muertito, su verdadera pasión es la nómina. No te equivoques.

Tatiana debería de tener cuidado de no andar revolviendo el agua en Sinaloa y jugándole a las contras a uno de los gobernadores más apreciados por AMLO.

Y sobre todo aprender una lección que su hermano Manuel nunca ha aprendido: que más vale ser rehén del silencio que preso de las palabras.

Si hay un estado de la República que requiere de su atención es Nuevo León, ahí es donde Tatiana debería enfocar sus energías y no quemar la pólvora en infiernitos pegándole a un político y compañero de partido al que le debería tener consideración y respeto y sobre todo, informarse muy bien de lo que acontece en Sinaloa, para evitar este tipo de desfiguros.

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